Sao Paulo, Brasil. — Un poderoso tornado azotó este viernes el estado de Paraná, en el sur de Brasil, dejando al menos seis personas muertas, más de 400 heridas y una localidad prácticamente destruida, según confirmaron las autoridades estatales.
El fenómeno, que alcanzó ráfagas de viento superiores a los 250 km/h, afectó principalmente al municipio de Rio Bonito do Iguaçu, donde cerca del 90 % de las viviendas y comercios fueron devastados, informó el gobierno de Paraná.
El gobernador Ratinho Júnior calificó el evento como una “catástrofe sin precedentes en la historia del estado” y decretó estado de calamidad pública para facilitar la movilización de recursos y la asistencia federal.
Entre las víctimas fatales se encuentran tres hombres de 49, 57 y 83 años, dos mujeres de 47 y 14, y un hombre de 53 años en la vecina ciudad de Guarapuava. Una persona continúa desaparecida y se teme que la cifra de fallecidos aumente a medida que avanzan las labores de rescate.
El servicio meteorológico Simepar confirmó que el tornado se formó como parte de un sistema de tormentas severas impulsado por un frente frío. Meteorólogos de Climatempo advirtieron que el fenómeno podría seguir generando vientos intensos en los estados de Rio Grande do Sul, Santa Catarina y São Paulo, y que incluso podría impactar la costa de Río de Janeiro y Espírito Santo durante el fin de semana.
Una comunidad arrasada: “No quedó nada en pie”
Las imágenes aéreas y los videos que circulan en redes sociales muestran un paisaje desolador: calles cubiertas de escombros, techos arrancados, vehículos volcados y estructuras metálicas retorcidas por la fuerza del viento.
“Es improbable que alguna casa o edificio comercial quede en pie. Vimos silos y gasolineras colapsando”, relató el gobernador Júnior tras sobrevolar la zona afectada.
Vecinos de Rio Bonito do Iguaçu narraron escenas de pánico y destrucción. “El cielo se oscureció en minutos, y el ruido era ensordecedor. Solo tuvimos tiempo de escondernos bajo una mesa”, contó a medios locales Marta Oliveira, una residente que perdió su vivienda por completo.
Cientos de personas se encuentran desplazadas o sin hogar, y las autoridades montaron albergues temporales mientras se organizan donaciones de alimentos, agua y materiales de emergencia. Equipos de rescate continúan trabajando entre los restos de lo que alguna vez fue una ciudad de poco más de 15 mil habitantes.
Mientras tanto, los servicios meteorológicos mantienen la alerta por tormentas severas, instando a la población del sur y sureste del país a evitar espacios abiertos y mantenerse atentos ante posibles caídas de árboles, postes eléctricos y estructuras inestables.
