Por Sebastián Moreno
Tomado de Diario del Yaqui
Ya se está pintando de rojo el centro de la ciudad, porque ya llegaron las pitayas. La recolección de este fruto considerado un manjar en Hermosillo, se hace en la zona de Carbó desde donde llegan a la capital sonorense decenas de personas, mujeres y hombres que en esta temporada se distribuyen en diversos puntos con cubetas llenas de este codiciado producto.
Actualmente se ofrecen a 10 pesos por pieza
“Algunos clientes consideran elevado el precio pero no toman en cuenta que hay que levantarse a las 3 de la madrugada, ir al monte, cortar la fruta hasta llenar la cubeta y viajar a Hermosillo”, explicó Ramón Jiménez, uno de los vendedores que ya ofrece pitayas en la ciudad.
Además de la “desmañanada”, refirió que el peligro es de encontrarse con serpientes que están en su hábitat natural y en horario en el que andan activas buscando su alimento.
“Y llegar a Hermosillo para intentar vender toda la cubeta, algunos compañeros traen dos botes que no es fácil venderlos porque la gente no está comprando quizá porque apenas iniciamos”, dijo.
Con las altas temperaturas que se han registrado estos días, una de las opciones que analizan en vender su carga a un comerciante ambulante del primer cuadro y compartir la ganancia ya que se ofrece a menor precio para que haya ganancia para las dos partes.
Este es el caso de Jesús Figueroa, quien tiene alrededor de 30 años como comerciante ambulante en el primer cuadro de la ciudad.
“Le compré las pitayas a 5 pesos y se venden a 10, será ganancia para los dos con la ventaja que él no estará todo el día esperando clientes y yo tampoco tendré que madrugar para ir a cortarlas… es ganar-ganar y ofrecer la fruta a la gente”, comentó.
Por ser las primeras de la temporada, son de tamaño pequeño pero de un excelente sabor como lo comprobó Yolanda Ballesteros, quien realizaba su trabajo como elemento policiaco en ese sector donde repartían agua en el operativo para prevenir deshidrataciones.