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La noche del viernes fue mágica para los seguidores de los californianos: los Dodgers de Los Ángeles derrotaron 3-1 a los Blue Jays de Toronto en el Juego 6 desde el Rogers Centre, igualando la serie a 3-3 y forzando un decisivo Juego 7 por el título de campeón del mundo.
Con una sólida actuación monticular y bateo oportuno, los Dodgers silenciaron a la afición canadiense y se mantienen con vida. Ahora, todo se definirá este sábado en Toronto, en un juego que promete ser histórico.
El japonés Yoshinobu Yamamoto volvió a brillar y llevó la victoria por 3-1 de los Dodgers de Los Ángeles ante los Blue Jays en el sexto partido de la Serie Mundial, disputado en el Rogers Centre de Toronto. El triunfo obliga a un séptimo y definitivo encuentro que se jugará este sábado en el mismo escenario. Yamamoto fue el gran protagonista con seis entradas sólidas, una sola carrera permitida y seis strikeout.
Yamamoto, que suma dos victorias en la Serie Mundial con apenas dos carreras encajadas en quince entradas, destacó la importancia de la confianza: “Creía en mí mismo, en mis compañeros y en el plan. Solo quería hacer mi trabajo. Mañana será una batalla dura; los dos equipos tenemos que darlo todo”. El nipón se mostró tranquilo pese a la presión del decisivo encuentro y aseguró que el grupo llega con la mentalidad correcta: “Estamos preparados para cualquier situación”.
Mookie Betts, movido al cuarto puesto del orden ofensivo, firmó el imparable que impulsó las dos carreras decisivas, mientras que el puertorriqueño Kiké Hernández selló la victoria con un doble play en la última entrada.
El cierre lo protagonizó Hernández con una jugada que heló el estadio canadiense. “Oí que el bate se rompía, pero con las luces no veía bien la pelota. Cuando la localicé, solo pensé en lanzar fuerte y preciso”, relató. Su disparo perfecto a segunda base retiró a Addison Barger y selló el triunfo de unos Dodgers que sueñan con revalidar el título.
Un juego de vida o muerte: Roberts
“Esto es de vida o muerte. Hay que darlo todo en el terreno”, advirtió el entrenador angelino, Dave Roberts, tras el encuentro. “La misma combinación mañana”, añadió con una sonrisa, en referencia a la actuación de Yamamoto y al buen rendimiento del equipo.
El técnico explicó que había decidido mover a Betts en el orden para darle una oportunidad de brillar: “Le dije, esta noche vas a conseguir un gran hit para nosotros. Por su perfil, sabíamos que si lo cambiábamos de posición, podía entrar mejor en el partido. Y así fue: Mookie apareció cuando más lo necesitábamos. Vivimos para el séptimo juego”, comentó emocionado.
“Hemos demostrado carácter”, resumió Roberts. “Ahora todo se decide en un solo partido. Es vida o muerte”.
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