Por Oralia Acosta G.
Hermosillo, Son.— Con pancartas y consignas que exigían justicia, familiares y amigos de las víctimas del incendio en la tienda Waldo’s, ocurrido el pasado 1 de noviembre se reunieron la tarde de este miércoles frente al antimonumento ABC a la altura de la Plaza Emiliana de Zubeldía y marcharon rumbo a la Plaza Zaragoza con destino a los Palacios que albergan los tres poderes de Sonora, para demandar castigo a los responsables de esta nueva tragedia, que parece una reedición de aquella del 5 de junio de 2009.
El dolor y la indignación marcaron el ambiente, que olía a flores, a velas, a tinta aún fresca en las cartulinas que portaban los manifestantes. “¡Waldos nunca más, Waldos nunca más!, coreaban y luego aderezaban con ¡ABECÉ, nunca más, ABECÉ, nunca más!”
-“Queremos justicia, no promesas vacías”, gritaba una de las mujeres al recordar a su hija fallecida.
-“¡No fue un accidente, fue negligencia!”, gritaba otra madre mientras levantaba una fotografía de su hijo.
Durante el mitin frente a Palacio de Gobierno en la Plaza Zaragoza, el acto se tornó tenso cuando un grupo de ciudadanos que protestaba por otras causas, uno de ellos por el caso de una presunta negligencia médica, que dejó a un menor con secuelas permanentes, intercambió palabras y reclamos con los asistentes que exigían justicia por la tragedia en Waldo’s.
También con altavoz en mano protestaba la representante de una agrupación de estancias infantiles que exige al Gobierno del Estado apoyos y denuncia favoritismos para personas afines a Morena a las que se les están direccionando los recursos.
Y es que Patricia Duarte Franco, mamá del niño Andrés Alonso, fallecido en la Guardería ABC, que por momentos pareció que lideraba el movimiento, había empezado la discusión, al pedir que se fueran quienes estaban enarbolando otra causa, pues de fondo consideraba que querían reventar o minimizar la manifestación por el incendio.
Tras explicaciones a gritos en las que se puntualizó reiteradamente que en Sonora lamentablemente hay muchas injusticias y muchas víctimas por las cuales luchar, el tema al parecer quedó aclarado. Y aunque, por unos minutos, la Plaza fue un mosaico de reclamos distintos, estos era nacidos de la misma herida: la injusticia, la impotencia, la indignación por tragedias que pudieron evitarse.
Poco después, el ruido y los gritos se apagaron. La concentración, que también incluyó una parada frente al edificio del Congreso del Estado y del Poder Judicial, concluyó con un minuto de silencio. Un minuto por el alma de las víctimas, otra vez, como tantas veces se ha pedido por los 49 niños de la Guardería ABC.
Al cabo de ese minuto, los aplausos rompieron la quietud, y de nuevo se trajo al presente la repetida promesa: no olvidar, no rendirse “hasta que se haga justicia”.
(El sábado 1 de noviembre una explosión al interior de una de las tiendas Waldo’s en Hermosillo dejó 23 personas sin vida y 12 lesionados, cuatro de los cuales siguen luchando por recuperar su salud, dos en condiciones de gravedad).




