TOMADO DE SERGIOVALLE.MX

La Cámara de Diputados de México aprobó en lo general el dictamen de la nueva Ley General de Aguas y las reformas a la Ley de Aguas Nacionales este miércoles 3 de diciembre, durante una sesión ordinaria en el Pleno.
La votación resultó en 328 votos a favor (principalmente de Morena y sus aliados), 131 en contra (de PAN, PRI y MC, más tres de PT) y 5 abstenciones. Inmediatamente después, inició la discusión en lo particular de los artículos, en un debate que se extendió por más de seis horas y que incluyó fuertes críticas de la oposición por la centralización del control del agua y la falta de consultas amplias, especialmente a pueblos originarios y agricultores.
El dictamen, que ya había sido avalado en la Comisión de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento con 28 votos a favor, busca actualizar el marco legal vigente desde 1992, priorizar el derecho humano al agua, combatir el acaparamiento y la sobreexplotación, y recuperar la rectoría del Estado sobre el recurso, reconociéndolo como un bien estratégico y no como mercancía.
Incorpora alrededor de 50 modificaciones derivadas de diálogos con sectores productivos, como la clarificación del binomio agua-tierra para riego agrícola y la no transmisión de concesiones entre particulares para evitar un mercado negro.
La aprobación se dio en medio de protestas intensas de agricultores y organizaciones campesinas, quienes bloquearon accesos al recinto legislativo y carreteras con tractores, exigiendo garantías para los derechos de riego y denunciando un trámite acelerado sin consulta adecuada.
La presidenta Claudia Sheinbaum defendió la reforma en su conferencia mañanera, destacando que pone orden para evitar corrupción y acaparamiento, y que respeta el uso agropecuario sin requerir cambios de permisos para ganadería.
El dictamen aún debe discutirse en lo particular y, si se aprueba en lo general y particular, pasará al Senado para su revisión.




