Cada 11 de junio se conmemora el Día mundial del Cáncer de Próstata, el cuarto cáncer más común a nivel mundial y el segundo más común en hombres. Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dan cuenta que en 2022 se diagnosticaron 1.46 millones de nuevos casos y se contabilizaron 396 mil muertes. El día nacional de la lucha contra esta enfermedad es en noviembre.
En Sonora, se registraron en total 189 muertes por cáncer de próstata entre 2022 y 2023, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Inegi señaló que las defunciones representan el 1.6 por ciento de la totalidad de personas del sexo masculino que han fallecido, siendo la tasa de mortalidad 12 por cada 100 mil hombres.
Una de las características de los fallecidos es que el 71 por ciento de ellos tenían 70 años o más, el 50.5 por ciento se encontraban casado y el 12.9 por ciento no contaba con servicios de salud. Además, solo el 38.2 por ciento se encontraba en la edad laboral activa cuando esta enfermedad les arrebató la vida, tratándose del cáncer más común para los hombres.
En México a pesar de que la incidencia de CP es tres veces menor que lo observado en Estados Unidos de América, la mortalidad por esta causa es prácticamente igual (11.3 vs. 9.8 muertes por cada 100 mil hombres) y representa la primera causa de cáncer y de mortalidad por cáncer en hombres.
Los factores de riesgo que pueden incrementar el riesgo de padecer esta enfermedad son:
– La edad. Esta enfermedad se puede desarrollar a partir de los 45 años, aunque el riesgo aumenta con la edad.
– Antecedentes de cáncer de próstata en familiares cercanos como padres o hermanos.
– Raza: Los hombres afroamericanos tienen más probabilidades de presentar cáncer de próstata que otros hombres.
También existen factores de riesgo modificables, tales como el consumo en exceso de carne roja y productos lácteos, beber alcohol, fumar y tener obesidad o sobrepeso.
Para diagnosticar esta enfermedad, el médico debe realizar una exploración clínica de próstata y, posteriormente, un estudio de laboratorio llamado Antígeno Prostático Específico, el cual se realiza mediante una muestra de sangre.
El tratamiento de esta enfermedad dependerá del crecimiento y avance del tumor. El médico podrá indicar cirugías, quimioterapias o radioterapias. Si la enfermedad es diagnosticada de manera temprana y es tratada en sus etapas iniciales, es curable en 85 por ciento de los casos.